Confusión y controversia por la liberación de sicario vinculado al crimen del “Rey de Meiggs” en Chile
La reciente puesta en libertad de Osmar Alexander Ferrer Ramírez, uno de los presuntos sicarios responsables del asesinato de José Reyes Ossa, conocido como “El Rey de Meiggs”, ha desencadenado una serie de cuestionamientos sobre la gestión del Poder Judicial y Gendarmería en Chile. Ferrer, de nacionalidad venezolana y con situación migratoria irregular, fue liberado el 10 de julio tras una orden emitida por el 8° Juzgado de Garantía de Santiago, que revocó su prisión preventiva.
Inicialmente se barajaron hipótesis como falsificación de documentos o hackeo a sistemas institucionales. Sin embargo, las autoridades descartaron vulneraciones informáticas y confirmaron la legitimidad de la orden firmada por la jueza Irene Rodríguez, quien también dictó la prisión preventiva días antes. La Fiscalía Metropolitana Occidente, encabezada por el fiscal Marcos Pastén, investiga exhaustivamente para esclarecer si hubo error administrativo, negligencia o delitos relacionados con la evasión del detenido.
El Gobierno calificó la situación como grave e inexplicable. El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, enfatizó en la necesidad de identificar los hechos con prontitud para recuperar la confianza en el sistema judicial. Por su parte, el ministro de Justicia, Jaime Gajardo, señaló que se deben revisar y fortalecer los protocolos para evitar que incidentes similares se repitan.
En paralelo a las investigaciones internas del Poder Judicial y las diligencias realizadas por la Policía de Investigaciones (PDI), que incluyeron incautación de dispositivos electrónicos y una Alerta Roja internacional para localizar a Ferrer Ramírez, se han dado a conocer detalles sobre las órdenes judiciales involucradas. Un error en la comunicación entre el tribunal y Gendarmería habría provocado que se ejecutara una orden incorrecta, situación que actualmente es objeto de sumario administrativo y seguimiento penal.