Coalición bipartidista evita aumento de impuestos a fundaciones en nueva ley fiscal de Trump
En medio de la aprobación de la nueva ley fiscal y de gasto firmada por el presidente Donald Trump el 4 de julio, dos senadores republicanos, Todd Young de Indiana y James Lankford de Oklahoma, junto con una coalición bipartidista de fundaciones y organizaciones sin fines de lucro, evitaron que se aplicara un aumento del 600% en los impuestos a las dotaciones de las fundaciones privadas más grandes.
La propuesta original contemplaba un impuesto del 10% sobre las ganancias de inversión para fundaciones con activos superiores a los 5 mil millones de dólares, elevando la tasa desde el actual 1.39%. Gracias a la intervención de estos legisladores, el impuesto aumentó para las dotaciones universitarias más grandes, pero se excluyó a las fundaciones filantrópicas.
El senador Young explicó que esta medida fue resultado de conversaciones con líderes de diversas fundaciones en Indiana, estado que alberga importantes entidades como la Lilly Endowment, una de las mayores fundaciones del país con activos cercanos a los 80 mil millones de dólares. Young destacó que el aumento del impuesto estaba dirigido principalmente a un pequeño grupo de fundaciones reconocidas nacionalmente por promover agendas consideradas «woke» por algunos sectores conservadores.
El debate refleja tensiones internas dentro del gobierno y entre actores políticos respecto al papel y la independencia del sector filantrópico. Mientras algunos apoyan proteger a estas organizaciones, otros critican su influencia en movimientos sociales y cuestionan los beneficios fiscales que reciben. En este contexto, grupos filantrópicos conservadores como Philanthropy Roundtable se manifestaron en contra del aumento, argumentando que desviar fondos privados hacia el gobierno contraviene valores conservadores.
Además del tema tributario, la legislación incluye disposiciones mixtas para donantes y organizaciones sin fines de lucro: establece deducciones caritativas para contribuyentes comunes, limita deducciones para los más ricos y crea un requisito mínimo para donaciones corporativas. Organizaciones como United Philanthropy Forum y Council of Michigan Foundations han expresado preocupación por recortes a programas sociales que podrían aumentar la presión sobre el sector sin fines de lucro.
El senador Young concluyó que la ley busca un equilibrio adecuado y sostuvo que el crecimiento económico fomenta mayores donaciones al contar las personas con más recursos disponibles.