Estabilidad en bonos chilenos refleja expectativas de austeridad y menor riesgo fiscal en medio de elecciones
El diferencial de rendimiento entre los bonos a 30 años en dólares de Chile y sus equivalentes en Estados Unidos ha llegado a su nivel más bajo desde principios de 2020, situándose por debajo de los 100 puntos básicos. Esta tendencia refleja la confianza del mercado en la estabilidad fiscal del país sudamericano, especialmente ante las elecciones presidenciales que se celebrarán en noviembre y una posible segunda vuelta en diciembre. La candidata de centro-derecha Evelyn Matthei, conocida por su discurso de austeridad fiscal, lidera las encuestas, lo que contribuye a mantener un entorno favorable para los bonos chilenos.
Este escenario contrasta con la situación en Estados Unidos, donde los debates sobre recortes fiscales y déficits elevados generan nerviosismo en el mercado de bonos a largo plazo. La deuda estadounidense alcanza el 120,8% del PIB según datos recientes, mientras que Chile mantiene un nivel mucho más moderado, con una deuda del 41,7% del PIB proyectada para 2026. La recuperación económica chilena, con un crecimiento del 2,5% en abril y un aumento del PIB del 2,3% en el primer trimestre, también refuerza las perspectivas positivas para sus activos financieros.
Expertos señalan que la claridad en las políticas fiscales y económicas chilenas favorece la estabilidad de sus rendimientos a largo plazo en comparación con otros países latinoamericanos como Perú y México, cuyos déficits fiscales y niveles de deuda son mayores. La calificación soberana de Chile en A por S&P Global Ratings respalda esta percepción y hace que sus bonos sean atractivos para inversionistas internacionales. A medida que se acercan las elecciones, las expectativas de continuidad en políticas prudentes contribuyen a reducir las primas de riesgo y consolidar la posición del país como uno de los emisores más sólidos en la región.