PUNTOUNO

La Comisión de Economía de la Cámara de Diputados aprobó recientemente un proyecto que pretende eliminar la Unidad de Fomento (UF) como mecanismo de reajuste en créditos hipotecarios, contratos de arriendo, planes de salud y educación. La medida, impulsada por una moción parlamentaria, ha generado preocupación entre expertos y autoridades.

Durante la sesión, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, advirtió sobre los posibles efectos negativos que tendría esta iniciativa, especialmente en el mercado hipotecario. En sus palabras, la supresión de la UF representaría un “terremoto” para el crédito hipotecario, siendo esta la mayor amenaza dentro de los cuatro ámbitos afectados.

Economistas destacados respaldan esta visión. Sergio Lehmann, economista jefe de Bci, calificó la propuesta como inoportuna y señaló que la política monetaria es el canal adecuado para manejar los costos inflacionarios. Además, consideró que forzar al mercado a operar sin la UF podría generar distorsiones y una mala asignación de recursos, atribuyendo la iniciativa a un oportunismo político.

Juan Ortiz, economista del OCEC-UDP, explicó que la UF cumple una función esencial como índice que ajusta valores nominales según la inflación. En créditos hipotecarios, su uso reduce la incertidumbre inflacionaria futura y permite tasas más bajas. Su eliminación provocaría un aumento en las tasas debido a mayores primas por riesgo e incertidumbre, incrementando las cuotas para los deudores. Sin embargo, Ortiz indicó que en servicios con duración limitada como educación o arriendos, el impacto de eliminar la UF es menos claro.

Por último, Nathan Pincheira, economista jefe de Fynsa, calificó el proyecto como perjudicial para el poder adquisitivo y advirtió que podría generar mayores costos para los usuarios debido a mecanismos alternativos de reajuste. Subrayó que eliminar la UF no garantiza protección contra la inflación y podría agravar desigualdades en contratos con asimetrías negociadoras.