Desafíos y prioridades en la transmisión eléctrica para asegurar el suministro en zonas críticas de Chile
El sector eléctrico chileno enfrenta desafíos importantes en la transmisión de energía, especialmente en regiones como Ñuble, Maule y Biobío, donde el crecimiento de la demanda y las condiciones climáticas plantean riesgos para la continuidad del suministro. Aunque actualmente no existen alertas estructurales de abastecimiento, el Coordinador Eléctrico Nacional (CEN) mantiene vigilancia sobre los pronósticos de deshielo y reservas hídricas que definirán la disponibilidad hidroeléctrica para los próximos meses.
Ante este escenario, el CEN en conjunto con el Ministerio de Energía ha propuesto a la Comisión Nacional de Energía (CNE) un paquete inicial de diez obras consideradas “necesarias y urgentes”, con una inversión estimada superior a los 85 millones de dólares. Estas iniciativas incluyen la construcción de nuevas subestaciones y ampliaciones en líneas de transmisión para reforzar zonas críticas, mejorar la calidad del servicio y responder al aumento esperado en la demanda eléctrica antes de 2030.
Las regiones centro-sur concentran las mayores preocupaciones por limitaciones en la capacidad de transmisión. En particular, se identificaron puntos críticos entre Itahue y Chillán, así como en el Gran Concepción, donde se requieren nuevas infraestructuras para evitar congestiones que podrían afectar el suministro. Además, proyectos como la ampliación de la línea 220 kV entre Cautín y Ciruelos buscan duplicar la capacidad actual y potenciar el intercambio energético, especialmente aprovechando recursos eólicos.
Desde el sector privado, Transmisoras de Chile destaca la necesidad de abordar simultáneamente los desafíos estructurales para evacuar energía renovable desde zonas generadoras hacia los centros urbanos y las demandas territoriales que aseguren calidad y continuidad del servicio. También subrayan la importancia de incorporar tecnologías avanzadas que mejoren la estabilidad del sistema frente a nuevas fuentes renovables y mayor electrificación, incluyendo el crecimiento proyectado en datacenters y electromovilidad.