Casa Blanca intensifica críticas contra Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal
La administración Trump ha intensificado su ofensiva contra Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed), mediante una serie de ataques públicos y cuestionamientos sobre su manejo económico y administrativo. Desde marzo, el mandatario estadounidense ha recurrido a calificativos despectivos hacia Powell, a quien responsabiliza por mantener altas las tasas de interés y frenar el crecimiento económico.
Powell sostiene que la Fed mantiene una postura cautelosa debido a la incertidumbre generada por los aranceles comerciales vigentes, y defiende que la economía estadounidense está sólida. Sin embargo, Trump insiste en que las tasas son excesivamente altas e insiste en que deberían reducirse en tres puntos porcentuales para impulsar el crecimiento y disminuir el costo fiscal asociado a la deuda pública.
Ante la imposibilidad institucional de despedir a Powell, protegido por la independencia del banco central y un reciente fallo de la Corte Suprema, la Casa Blanca ha optado por cuestionar la gestión del presidente de la Fed en otros ámbitos. Una acusación relevante proviene de William Pulte, director de la Agencia Federal de Financiación de la Vivienda y cercano aliado del presidente, quien denunció supuestas irregularidades y gastos excesivos en el proyecto de renovación de los edificios sede del banco central.
Estas denuncias han sido adoptadas por senadores republicanos cercanos a Trump y difundidas ampliamente en redes sociales, donde se acusa a Powell de despilfarro en lujos innecesarios durante una etapa en que se resiste a bajar las tasas de interés. Powell ha defendido públicamente que los aumentos en los costos se deben a imprevistos técnicos y que no existen excesos injustificados. Sin embargo, expertos como Andrew Levin del Mercatus Center han pedido mayor supervisión sobre la Fed y han señalado posibles motivos legales para una remoción por mala gestión o incumplimiento.