Reacciones políticas ante las deportaciones masivas de Trump generan división en EE. UU.
La política migratoria de la administración Trump, que contempla la deportación de cerca de un millón de inmigrantes al año y la movilización del Ejército y la Guardia Nacional en ciudades como Los Ángeles, ha avivado un intenso debate en Estados Unidos. El gobernador de California, Gavin Newsom, ha emergido como un destacado opositor, defendiendo a los inmigrantes y criticando las acciones de deportación que, según él, afectan a personas trabajadoras y no criminales.
Mientras tanto, líderes republicanos como el presidente Donald Trump y el representante Mike Johnson han reforzado su postura dura, calificando las protestas y disturbios en ciudades como Los Ángeles como ejemplos de caos y llamando a una respuesta militar. Algunos legisladores republicanos expresan preocupaciones sobre el impacto de estas operaciones en comunidades específicas, como la Central Valley en California, donde algunos piden priorizar la deportación de criminales conocidos.
El escenario político se complica aún más con miras a las elecciones intermedias de 2026, en un contexto donde los demócratas buscan consolidar su resistencia frente a las políticas migratorias restrictivas impulsadas por Trump. La discusión abarca desde la protección legal a los Dreamers hasta la necesidad de fortalecer la seguridad fronteriza, evidenciando una profunda división ideológica que refleja el carácter polarizado del debate migratorio en el país.