Desafíos climáticos y de salud amenazan a las aves marinas en el Ártico noruego
La región ártica de Noruega, reconocida mundialmente por su avifauna, enfrenta graves amenazas ambientales y sanitarias que afectan a sus aves marinas. Desde la década de 1990, la población de gaviotas tridáctilas en la costa escandinava ha caído un 80%, impactada por el calentamiento global, depredadores, pesca local y brotes de gripe aviar.
En respuesta, la comunidad de Vardø, ubicada en la remota isla de Vardøya en el Mar de Barents, ha implementado soluciones innovadoras para proteger a estas aves migratorias. Un pescador local construyó hace tres años un “hotel para gaviotas”, estructuras hechas con cajas que sirven como nidos seguros para las aves y reducen molestias causadas por excrementos en la población humana. La iniciativa ha logrado aumentar el número de nidos anuales y se proyecta ampliar el proyecto.
El ecosistema costero noruego es excepcionalmente diverso debido a la interacción entre la corriente del Golfo y las aguas frías árticas, creando un hábitat rico en biomasa marina. Sin embargo, el calentamiento del agua está alterando las rutas migratorias y disponibilidad de peces clave como el capelán, principal alimento de las gaviotas tridáctilas. Estos cambios repercuten en la reproducción y supervivencia de las aves, que además enfrentan presiones adicionales por depredadores y actividades pesqueras cercanas a sus colonias.
La gripe aviar también ha causado estragos; solo en 2023 murieron aproximadamente 25 mil gaviotas a lo largo de la costa noruega. Ante este panorama, investigadores y conservacionistas llaman a cambiar el enfoque desde la simple vigilancia hacia acciones concretas, como restringir la pesca y navegación cerca de los sitios de anidación. La conservación de estas aves no solo es vital para el equilibrio ecológico sino también para sostener el turismo ornitológico que impulsa la economía local.