Crisis en la política habitacional: subsidios más costosos, menos beneficiarios y aumento de campamentos
La política habitacional en Chile enfrenta una crisis profunda, según un análisis reciente de la consultora Colliers. El informe destaca una paradoja preocupante: mientras el gasto en subsidios crece considerablemente, el número de familias beneficiadas disminuye, y la cantidad de campamentos informales se multiplica.
Entre 2018 y el período 2023-2024, el costo promedio por subsidio aumentó un 144%, pasando de 299 a 702 UF, aunque el número de subsidios entregados cayó un 30%. Este incremento en el gasto no se corresponde con la evolución del mercado inmobiliario, donde los precios de construcción y venta subieron solo un 7% y 16%, respectivamente. En términos fiscales, el gasto anual en subsidios alcanzó aproximadamente US$4.069 millones, equivalente al 4,6% del presupuesto nacional, lo que evidencia una tendencia insostenible frente al crecimiento del PIB y del presupuesto público.
El estudio señala que tres programas principales —DS49 para hogares vulnerables, DS01 para sectores emergentes y DS19 para clase media— concentran el 82% del gasto y benefician al 50% de los receptores. Sin embargo, su costo por beneficiario se ha elevado notablemente en los últimos años.
Paralelamente, los campamentos informales han experimentado un aumento alarmante. Desde 2010 hasta 2025, su número se ha más que duplicado, pasando de 660 a 1.400 asentamientos, mientras que las personas viviendo en ellos han crecido de 95 mil a cerca de 330 mil. Estas comunidades carecen de servicios básicos y enfrentan condiciones precarias de seguridad y convivencia. Según Colliers, una solución masiva requeriría recursos financieros y territoriales muy superiores a los actuales presupuestos del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Ante este escenario, expertos llaman a revisar y renovar el modelo habitacional chileno para enfrentar la creciente demanda social y mejorar la eficacia del gasto público.