Lula convoca a países del Caribe en Brasilia para fortalecer cooperación y abordar la crisis en Haití
Brasil será escenario este viernes de una importante reunión con delegaciones de 16 países del Caribe, liderada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. El objetivo central es fortalecer la cooperación regional y buscar soluciones conjuntas a la crisis que atraviesa Haití, marcada por violencia, inseguridad y deterioro social.
La Cumbre Brasil-Caribe reunirá a mandatarios de países como República Dominicana, Guyana, Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Santa Lucía y San Cristóbal y Nieves. Además, participará el vicepresidente cubano Salvador Valdés Mesa y el representante del Consejo Presidencial de Transición de Haití. Otros países del bloque caribeño enviarán ministros o representantes de alto nivel.
Este encuentro forma parte de los esfuerzos de Brasil por revitalizar la integración regional en un contexto de creciente polarización política en América Latina. La agenda incluye temas como seguridad alimentaria, cambio climático, gestión de riesgos naturales, transición energética y mejoras en conectividad marítima y aérea para potenciar el comercio y el turismo en la región.
El intercambio comercial entre Brasil y los países del Caribe alcanzó aproximadamente 4 mil millones de dólares en el último año, aunque la balanza comercial sigue siendo desfavorable para el bloque. Además, la cooperación frente a los efectos del cambio climático será uno de los ejes principales, especialmente ante las amenazas que enfrentan las islas caribeñas por el aumento del nivel del mar y eventos meteorológicos extremos. Lula propondrá una postura conjunta para la próxima Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP30), que Brasil organizará en Belén.
Por otro lado, la crisis en Haití será uno de los temas destacados aunque no esté en la agenda oficial. La escalada de violencia, la fragilidad institucional y la emergencia humanitaria han provocado una situación crítica que requiere atención internacional. Datos recientes indican altas cifras de muertes y desplazados internos debido a enfrentamientos entre bandas armadas y fuerzas de seguridad, además de una creciente amenaza por huracanes en un país con recursos cada vez más limitados para hacerles frente.