Informe de Santander destaca la importancia del aprendizaje continuo y la inteligencia artificial para el futuro laboral en Chile
El mercado laboral está atravesando una transformación profunda impulsada por avances tecnológicos y cambios sociales, lo que obliga a repensar los modelos tradicionales de capacitación. Un informe elaborado por Banco Santander, basado en una encuesta internacional, pone de manifiesto la creciente demanda de formación continua como estrategia esencial para adaptarse a estas nuevas condiciones.
Según el estudio, la mayoría de las personas considera imprescindible ampliar sus conocimientos a lo largo de su vida profesional. En Chile, el 87% de los encuestados valora mucho la formación permanente, superando el promedio global que se sitúa en el 81%. La inteligencia artificial (IA) aparece como uno de los principales factores de disrupción, con más de la mitad de los participantes que creen que esta tecnología será determinante para su futuro laboral. Además, un porcentaje importante estima que la IA podría reemplazar puestos de trabajo en los próximos años, aunque también consideran que surgirán nuevas oportunidades laborales aún por inventar.
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, resaltó que la transformación digital trae consigo beneficios y desafíos. La inversión del banco en programas educativos y de empleo busca facilitar el acceso a habilidades relevantes y promover el aprendizaje continuo. En Chile, las instituciones públicas y privadas deben colaborar para mejorar la oferta formativa, ya que casi la mitad de los encuestados considera insuficiente la oferta actual del sector público y demanda mayor gratuidad en los cursos.
El informe también destaca que las habilidades blandas, como liderazgo y comunicación, están adquiriendo mayor relevancia frente a las competencias técnicas tradicionales. Las plataformas digitales emergen como herramientas clave para facilitar este proceso, aunque todavía existe un bajo conocimiento general sobre ellas. La preferencia por modalidades híbridas y el interés en universidades públicas reflejan una tendencia hacia un aprendizaje autodirigido y práctico, adaptado a las necesidades del mercado laboral del futuro.
En cuanto a perspectivas regionales, Europa muestra altos niveles de movilidad profesional y preocupación por la calidad de la educación previa al ingreso laboral. América del Norte valora más las experiencias prácticas y atribuye mayor responsabilidad a las empresas en ofrecer formación continua. América Latina destaca por su percepción positiva respecto a las plataformas digitales y una mayor disposición a utilizarlas para potenciar su desarrollo profesional. En este contexto, Chile se posiciona como un país con potencial para fortalecer sus políticas educativas y promover una capacitación más inclusiva y adaptada a los nuevos desafíos.