Primer año de la Ley Karin: uno de cada cinco trabajadores reporta conductas ofensivas en el ámbito laboral
El 1 de agosto de 2024 se instauró la Ley Karin (21.643), que introduce modificaciones al Código del Trabajo para prevenir, investigar y sancionar el acoso laboral, sexual y la violencia en el entorno laboral. A casi un año de su aplicación, un estudio realizado por ACHS y la Universidad Católica evaluó su impacto y evidenció que un 25% de los trabajadores aún percibe vulnerabilidad en sus espacios laborales.
La undécima ronda del Termómetro de la Salud Mental ACHS-UC mostró que la implementación de las medidas establecidas por la ley varía según el tamaño de las organizaciones. Empresas grandes y medianas presentan mayor difusión, capacitación y reconocimiento de protocolos y canales de denuncia, mientras que las micro y pequeñas empresas tienen menor alcance en esta materia.
En cuanto a las conductas ofensivas, el 22,2% de personas asalariadas, independientes y trabajadoras de casa particular manifestó haber estado expuesta a situaciones como disputas o conflictos (14,7%), bromas desagradables (8,5%) e intimidación o ridiculización frente a terceros (7,2%) durante el último año. Aunque estos hechos no siempre constituyen acoso formal, representan áreas críticas para reforzar la prevención.
El estudio también relacionó estas experiencias con problemas de salud mental y física. Por ejemplo, quienes presentan síntomas depresivos o ansiedad reportan una exposición cercana al 40-46%, cifra notablemente superior al promedio nacional. Además, uno de cada cuatro trabajadores señaló sentir miedo a solicitar mejores condiciones laborales o temor a ser reemplazado o despedido injustamente.
Expertos como Isabel Contrucci (ACHS) y Antonia Errázuriz (Universidad Católica) destacan que si bien una parte importante de la fuerza laboral se desempeña en ambientes seguros, existe un porcentaje significativo que enfrenta riesgos psicosociales que afectan su bienestar y desempeño. Asimismo, se identificaron brechas importantes en la implementación efectiva de protocolos entre grandes empresas y microempresas.