Operación encubierta de Israel impacta en el programa nuclear iraní
En una operación que combina tecnología avanzada y una extensa infiltración, Israel llevó a cabo un ataque estratégico contra Irán, enmarcado bajo la operación conocida como ‘León Ascendente’. La ofensiva, que involucró drones, misiles y aviones de combate, fue posible gracias a años de trabajo de inteligencia del Mossad, que logró penetrar en los centros neurálgicos del poder iraní.
Expertos señalan que esta acción refleja la superioridad operativa y de inteligencia de Israel frente a Teherán. La operación no solo destruyó sistemas defensivos iraníes, sino que también debilitó la capacidad del país para responder con eficacia a futuras amenazas militares o nucleares. La precisión en la ejecución y el despliegue de recursos tecnológicos sofisticados evidencian un alto nivel de preparación y control.
Desde hace más de 15 años, Israel ha seguido de cerca el programa nuclear iraní, acumulando información mediante infiltraciones y operaciones encubiertas. La lista de objetivos alcanzados incluye figuras clave del sector militar y científico iraní, así como instalaciones estratégicas. La operación también tuvo un impacto simbólico, reforzando la percepción del Mossad como uno de los servicios de inteligencia más efectivos del mundo.
El papel de Estados Unidos en este escenario continúa siendo ambiguo; sin embargo, las acciones conjuntas o coordinadas parecen evidenciar una alineación en la estrategia contra Irán. La complejidad del conflicto revela que en la guerra moderna la inteligencia y las operaciones clandestinas son fundamentales para lograr efectos duraderos en el campo geopolítico.