Francia enfrenta debate sobre clasificación de crímenes de extrema derecha como terrorismo
El asesinato de un ciudadano tunecino en el sur de Francia ha provocado un intenso debate sobre cómo las autoridades clasifican los crímenes motivados por ideologías de extrema derecha. Hichem Miraoui, de 45 años, fue baleado en su puerta por un vecino que posteriormente confesó su acto y expresó apoyo a grupos políticos de ultraderecha.
Este caso marca la primera vez que la Oficina Antiterrorista Francesa (PNAT) investiga un homicidio inspirado en ideas extremistas de derecha bajo la categoría de terrorismo. La decisión ha sido vista como un cambio en la estrategia del país, donde los delitos racistas y xenófobos han aumentado en los últimos años, mientras que los ataques yihadistas han disminuido.
El agresor, Christophe Belgembe, negó motivaciones racistas o terroristas, pero fue acusado por la PNAT de asesinato premeditado con fines terroristas y tentativa de homicidio. En videos publicados en redes sociales, Belgembe expresó su descontento con el Estado y mostró apoyo al partido ultraderechista Frente Nacional.
La familia de la víctima, líderes musulmanes y grupos antirracismo valoraron positivamente la decisión, aunque algunos consideran que las autoridades han sido lentas en reconocer la gravedad de los crímenes de extrema derecha como actos terroristas. La polémica refleja una polarización creciente en el país sobre cómo definir y responder a estas amenazas.
Expertos y ex fiscales señalan que la definición legal de terrorismo en Francia es amplia y susceptible a interpretaciones, lo que complica su clasificación. La PNAT ha investigado otros casos relacionados con ideologías extremistas, aunque ninguno había llegado a homicidios hasta ahora. La tendencia al alza en delitos racistas y anti-musulmanes también preocupa a la sociedad francesa, evidenciando un escenario complejo para las políticas públicas.