Crisis alimentaria sin precedentes afecta a Nigeria y otras regiones de África occidental y central, advierte la ONU
Nigeria enfrenta una crisis alimentaria sin precedentes, con cerca de 31 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda que requieren asistencia urgente, según informó la directora regional del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Margot van der Velden. Esta cifra equivale a toda la población del estado de Texas en Estados Unidos.
Van der Velden advirtió que debido a significativos recortes presupuestarios desde agosto, el PMA se verá obligado a suspender la ayuda humanitaria en zonas afectadas por conflictos, lo que dejará sin acceso a alimentos y apoyo nutricional a más de 1.3 millones de personas en Nigeria. En el estado de Borno, donde operan grupos islámicos militantes, podrían cerrar 150 clínicas nutricionales y 300 mil niños estarían en riesgo de malnutrición severa. Además, 700 mil desplazados internos quedarían sin medios para sobrevivir.
Históricamente, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha sido un pilar fundamental para la respuesta humanitaria en el noreste nigeriano, apoyando a organizaciones no gubernamentales con alimentos, refugio y atención médica. Sin embargo, recortes en la asistencia internacional por parte de Estados Unidos y otros donantes occidentales han reducido considerablemente los recursos disponibles.
El PMA requiere urgentemente 130 millones de dólares para mantener sus operaciones en Nigeria. La crisis no se limita a este país; también afecta a Mali, Níger, Camerún, Mauritania y la República Centroafricana, donde los recursos disminuyen mientras las necesidades aumentan. En Mali y Níger, por ejemplo, el apoyo de emergencia ha caído más del 80%, afectando a millones de personas vulnerables. Van der Velden destacó que la falta de ayuda alimentaria profundiza el hambre y eleva las tensiones sociales, poniendo en riesgo la estabilidad regional.