Accidente fatal de un avión soviético Antonov An-24 en el Lejano Oriente ruso
Un avión de pasajeros Antonov An-24, construido en 1976 y operado por la aerolínea regional Angara, se estrelló el jueves 24 de julio en una zona boscosa del Lejano Oriente ruso. La aeronave transportaba a 42 pasajeros, incluidos cinco niños, y seis tripulantes, todos los cuales fallecieron tras el impacto.
El accidente ocurrió durante un segundo intento de aterrizaje en la ciudad de Tynda, tras no haber logrado la aproximación inicial. El fuselaje en llamas fue detectado por un helicóptero de búsqueda luego de que la nave desapareciera de los radares. Debido a que el lugar del siniestro está ubicado en una región montañosa y densamente arbolada sin acceso vial, los equipos de rescate debieron usar maquinaria pesada para llegar al sitio.
Las autoridades rusas abrieron una investigación penal por presunta violación de las normas de transporte aéreo. Aunque el avión había pasado recientemente una revisión técnica y había registrado incidentes menores desde 2018, el accidente ha reavivado el debate sobre la seguridad y viabilidad del uso continuo de aviones tan antiguos en zonas remotas. Aerolíneas como Angara han solicitado extender la vida útil de estas aeronaves debido a la escasez generada por sanciones internacionales.
El presidente ruso Vladimir Putin expresó sus condolencias a las familias afectadas y ordenó un minuto de silencio en una reunión gubernamental. Por su parte, el presidente chino Xi Jinping lamentó el fallecimiento al menos de un ciudadano chino entre las víctimas. Se ha conformado una comisión especial para abordar las consecuencias del accidente y continuar con las investigaciones correspondientes.