Michigan enfrenta desafíos en parques de casas móviles tras liderazgo en calidad del agua
Después de la crisis del agua en Flint, Michigan se posicionó como líder nacional en medidas para garantizar agua potable segura, implementando la eliminación de tuberías de plomo y limitando químicos tóxicos antes que el gobierno federal. Sin embargo, el estado enfrenta dificultades para controlar las condiciones en sus parques de casas móviles, donde cientos de miles de personas residen.
Las autoridades reconocen que tienen un poder limitado para hacer cumplir las normas en más de cien parques sin licencia, muchos de ellos bajo propiedad de firmas de capital privado que buscan maximizar ganancias a costa del bienestar y seguridad de los residentes. Esta situación se agrava por la dificultad para contactar y obligar a los dueños a cumplir con las regulaciones.
El caso del parque North Morris Estates, cerca de Flint, ejemplifica este problema: los residentes sufren por un suministro irregular y contaminado que daña electrodomésticos y ropa. Gracias a la persistencia del habitante Theo Gantos, las autoridades lograron que el propietario enfrentara cargos penales por operar sin licencia y vendiera el parque. Este caso es inusual, ya que la mayoría de los parques sin licencia operan sin sanciones efectivas.
Legisladores demócratas han propuesto leyes para fortalecer el control estatal sobre estos parques, incluyendo mayor supervisión del agua potable y límites a aumentos de renta, pero enfrentan resistencia política. Mientras tanto, las protecciones actuales solo aplican cuando el parque administra su propio suministro; si utilizan agua municipal pero sus instalaciones internas son deficientes, las autoridades tienen escasa capacidad para intervenir.