Red Bull inicia una nueva etapa sin Christian Horner en el desafiante circuito de Spa-Francorchamps
El pasado 9 de julio marcó un antes y un después para Red Bull en la Fórmula 1, cuando anunció la desvinculación de Christian Horner, director y CEO del equipo durante más de 400 carreras. Con un legado de ocho títulos de pilotos y seis de constructores, su salida abre un capítulo incierto para la escudería austriaca.
Laurent Mekies, quien ya lideraba Racing Bulls, asumió el mando del equipo principal y tendrá su primera prueba de fuego este fin de semana en el circuito de Spa-Francorchamps. Esta pista, reconocida por su extensión y complejidad técnica, será escenario de la decimotercera fecha del campeonato 2025, donde las condiciones climáticas adversas podrían complicar aún más la competencia.
Max Verstappen y Yuki Tsunoda deberán afrontar curvas emblemáticas como Eau Rouge bajo posibles chubascos, lo que hará crucial la estrategia y selección de neumáticos. La temporada pasada evidenció dificultades para Red Bull en esta pista, sin lograr podios y con resultados rezagados frente a sus rivales.
Mekies enfrenta retos significativos: optimizar el rendimiento del RB21 para que Verstappen pueda competir por el título frente a McLaren, mejorar la performance y confianza del segundo piloto Tsunoda, y preparar al equipo para los cambios reglamentarios previstos para 2026. Además, la incertidumbre sobre el futuro de Verstappen añade presión a esta transición.
El tetracampeón se mostró pragmático ante estos cambios, enfatizando la necesidad de enfocarse en el desarrollo del auto y mantener la concentración pese a las novedades en la dirección del equipo.