Venezolanos deportados relatan abusos y condiciones extremas en la megacárcel de Bukele
Un grupo de venezolanos deportados desde Estados Unidos vivió una experiencia traumática en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), conocido como la megacárcel de Bukele en El Salvador. Más de 200 personas fueron alojadas en el Módulo 8, destinado específicamente a quienes eran señalados como miembros del Tren de Aragua, una peligrosa banda venezolana.
Los testimonios recopilados por El País describen un encierro marcado por castigos físicos, aislamiento y estrictas reglas. Los detenidos narraron que debían caminar agachados y esposados, y que cualquier incumplimiento era sancionado con golpizas o confinamiento en un área llamada “el pozo”. Ángel Bolívar Cruz, uno de los exprisioneros, relató haber sido golpeado con mangueras y pisoteado mientras estaba esposado, además de ser dejado solo en completa oscuridad.
Las condiciones dentro del módulo eran precarias: los presos compartían celdas con hasta diez personas, dormían en camas metálicas que quemaban la piel por las noches frías y recibían una alimentación limitada principalmente a tortillas y frijoles. La comunicación entre ellos debía mantenerse en voz baja para evitar represalias, ya que los guardias, vestidos completamente de negro y con el rostro cubierto, castigaban cualquier acto considerado una falta.
Tras más de cuatro meses bajo estas condiciones extremas, algunos prisioneros fueron trasladados nuevamente a Venezuela gracias a un intercambio entre los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela. A pesar del regreso a su país, los testimonios reflejan las duras experiencias vividas dentro de una prisión diseñada para contener a criminales peligrosos bajo la administración del presidente Nayib Bukele.