Dongchoon, el último circo de Corea del Sur, celebra un siglo de historia
En Ansan, al sur de Seúl, sigue en funcionamiento Dongchoon, el circo más antiguo de Corea del Sur y único sobreviviente tras la desaparición de sus competidores. Fundado en 1925, este emblemático espectáculo ha atravesado décadas de cambios sociales y tecnológicos que han afectado a la industria circense en el país.
Durante su apogeo en los años 60, Dongchoon recorría todo el territorio nacional con shows que incluían animales exóticos, números de magia, comedia y música, atrayendo a grandes audiencias. Sin embargo, con la llegada de la televisión, internet y otros medios de entretenimiento, la asistencia disminuyó notablemente. Además, las protestas por el uso de animales en los espectáculos llevaron a la eliminación de estas funciones tradicionales.
Hoy en día, solo quedan acrobacias y actos sin riesgos extremos para adaptarse a las nuevas preferencias del público. La mayoría de sus artistas son chinos, ya que en Corea del Sur esta profesión es vista como poco atractiva y peligrosa. A pesar de ello, el director del circo, Park Sae-hwan, se esfuerza por mantener vivo este patrimonio cultural y planea construir una escuela para formar nuevos talentos locales.
El circo continúa atrayendo a espectadores tanto mayores como jóvenes que desean revivir recuerdos o experimentar algo diferente. La presencia de Dongchoon también ha contribuido al turismo local, especialmente en la zona costera donde realiza funciones periódicas. Su historia refleja la resistencia cultural frente a los cambios sociales y tecnológicos que desafían las tradiciones artísticas tradicionales.