Experto en filosofía advierte sobre riesgos y factores sociales en la creciente disforia de género en adolescentes
En un contexto donde la discusión sobre la identidad de género ha cobrado mayor relevancia social y política, el filósofo y académico Manfred Svensson, investigador del Instituto de Estudios Superiores (IES), ha expresado su preocupación por las tendencias actuales en torno a la atención de la disforia de género en adolescentes. Svensson, autor del libro Deshacer el cuerpo: cuatro objeciones a la agenda trans, sostiene que factores sociales y culturales, especialmente las redes sociales, tienen un impacto significativo en el aumento de casos recientes.
El experto señala que existe una tendencia a aceptar automáticamente la autopercepción de las personas jóvenes sin un análisis profundo ni evaluación clínica rigurosa. Según Svensson, esto puede llevar a intervenciones médicas radicales que, en muchos casos, podrían no ser necesarias o incluso perjudiciales. Además, advierte que este enfoque inhibe el cuestionamiento y fomenta una cultura de cancelación que limita el debate abierto y crítico.
Desde una perspectiva científica y filosófica, Svensson explica que muchas disforias adolescentes tienden a resolverse espontáneamente con el tiempo, por lo que recomienda cautela antes de aplicar tratamientos invasivos como bloqueadores hormonales o cirugías. También destaca que la influencia de las redes sociales funciona como un factor de contagio social, contribuyendo a la masividad del fenómeno. En Chile, el debate público aún no refleja los cambios ocurridos en Europa, donde algunos países han suspendido o prohibido estas terapias en menores tras informes que cuestionan su seguridad y eficacia.
El académico hace un llamado a revisar las políticas públicas y a fomentar un debate informado y responsable, que considere tanto los derechos de las personas trans como los riesgos asociados a intervenciones tempranas sin suficiente evidencia científica. En su opinión, es fundamental distinguir entre respeto por la autopercepción y la necesidad de una evaluación clínica cuidadosa para evitar decisiones precipitadas que puedan afectar gravemente la salud mental y física de los jóvenes.