FMI señala que Chile puede acelerar su crecimiento, pero no repetir las tasas de los años 90
El Fondo Monetario Internacional (FMI) sostiene que la economía chilena posee la capacidad de acelerar su crecimiento, pese a enfrentar desafíos significativos como el envejecimiento demográfico y un contexto internacional menos propicio para el desarrollo económico.
En un análisis elaborado por la economista principal Si Guo y la directora adjunta Andrea Schaechter del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, se señala que aunque Chile ya no puede aspirar a las elevadas tasas de crecimiento observadas en la década de 1990 —cuando promedió un 6,2% anual— aún existen oportunidades para mejorar su desempeño económico. En las últimas dos décadas, el crecimiento se ha desacelerado considerablemente, situándose cerca del 2% anual en los años recientes.
El documento compara la trayectoria chilena con otros países que alcanzaron niveles similares de ingreso per cápita, como Australia y Corea del Sur. Según estas comparaciones, el PIB per cápita chileno podría seguir creciendo a tasas superiores al promedio actual, aunque más moderadas que en su etapa de auge. Sin embargo, factores estructurales como el envejecimiento poblacional y condiciones externas menos favorables limitan este potencial.
Para superar estos obstáculos, el FMI recomienda concentrar esfuerzos en reformas estructurales orientadas a mejorar la oferta. Entre las propuestas destaca la necesidad de agilizar los procesos regulatorios que actualmente retrasan inversiones importantes, como los permisos para proyectos mineros, y modernizar regulaciones vinculadas al transporte marítimo para reducir costos comerciales.
Asimismo, se sugiere fomentar una mayor participación laboral, especialmente femenina, mediante mejoras en servicios de cuidado infantil. También se enfatiza la importancia de incrementar la inversión en investigación y desarrollo (I+D), promoviendo colaboraciones público-privadas dada la limitada capacidad presupuestaria estatal.
Finalmente, el informe resalta que Chile puede aprovechar su posición como principal productor mundial de cobre y segundo en litio, además de sus recursos solares y eólicos, para beneficiarse del aumento global en la demanda de minerales estratégicos y energías renovables.