Doce días de conflicto entre Israel e Irán: impactos y consecuencias de la escalada bélica
El pasado 12 de junio, Israel inició la operación “León Naciente”, con el objetivo declarado de impedir que Irán continúe avanzando en su programa nuclear. Esta ofensiva incluyó ataques a instalaciones clave y la eliminación de altos mandos militares y científicos relacionados con el desarrollo nuclear iraní. Días después, Estados Unidos se sumó con la operación “Martillo de Medianoche”, dirigida a destruir infraestructuras nucleares sin atacar personas específicas.
Los bombardeos israelíes causaron la muerte de varios generales destacados, entre ellos Mohammad Bagheri y Hossein Salami, así como científicos nucleares relevantes. Por su parte, Irán respondió lanzando cientos de misiles balísticos y drones que lograron superar parcialmente el sistema antiaéreo israelí, causando daños considerables y víctimas civiles en Israel.
Las autoridades iraníes reportan más de 600 fallecidos y miles de heridos, aunque estas cifras no han sido verificadas independientemente debido a las restricciones informativas impuestas en el país. En Israel, se confirmaron 28 muertos y miles de personas afectadas por los ataques.
Además del impacto militar, la escalada ha provocado una intensificación en la represión interna en Irán, con arrestos masivos y ejecuciones bajo acusaciones de espionaje para Israel. Mientras tanto, informes preliminares indican que las instalaciones nucleares iraníes sufrieron daños graves pero no fueron totalmente destruidas, lo que retrasaría el programa nuclear solo por algunos meses. La tensión permanece alta, con un alto al fuego frágil que deja en incertidumbre el futuro del conflicto y las negociaciones sobre el programa nuclear iraní.