Tensiones internas marcan la recta final de la campaña presidencial de Jeannette Jara
En los últimos días de la contienda presidencial, Jeannette Jara ha debido enfrentar un escenario complejo dentro de su propia colectividad, el Partido Comunista (PC), donde las discrepancias con la directiva, especialmente con el presidente Lautaro Carmona, se han hecho evidentes y han tensionado su campaña.
Durante la jornada de votación, Jara optó por acudir a sufragar acompañada por voceros de su comando y dirigentes comunistas cercanos, pero sin la presencia de Carmona ni de la secretaria general Bárbara Figueroa. Esta ausencia no pasó desapercibida y refleja una estrategia de la candidata para distanciarse del ala más ortodoxa del PC y atraer a un electorado más centrado.
Las diferencias entre Jara y Carmona han trascendido en varios temas clave. Por ejemplo, el líder comunista planteó impulsar un nuevo proceso constitucional en caso de que Jara resultara electa, una postura que ella misma ha rechazado públicamente, argumentando que su prioridad es atender las demandas ciudadanas actuales. Además, han existido desencuentros sobre posturas respecto al régimen cubano y sobre la inclusión del exalcalde Daniel Jadue en su comando, propuesta que Jara rechazó pese a la insistencia del presidente del PC.
Estas tensiones reflejan las distintas corrientes internas dentro del Partido Comunista y complican la consolidación de una candidatura unificada. A pesar de ello, Jara ha intentado minimizar el impacto público de estos conflictos y ha reafirmado su compromiso con un programa que responda a las necesidades ciudadanas más inmediatas.