Cierre de multitienda Corona: impacto laboral y retos críticos para el retail mediano en Chile
Después de siete décadas en el mercado chileno, la multitienda Corona cerró definitivamente sus 51 locales a nivel nacional, dejando sin empleo directo a cerca de 1.800 personas, cifra que podría superar los 6.000 considerando los puestos indirectos vinculados. La compañía atravesaba una profunda crisis financiera y no logró reunir los $22 mil millones necesarios para concretar su reorganización judicial, lo que precipitó su cierre anticipado el pasado 2 de julio.
Fundada en 1955 por el inmigrante Leonardo Schupper en Concepción, Corona evolucionó desde una fábrica textil hacia un comercio minorista consolidado, alcanzando su punto máximo en la década del 2000 con ingresos anuales cercanos a los US$400 millones. Sin embargo, eventos como el estallido social y la pandemia afectaron gravemente su recuperación, evidenciando las vulnerabilidades del retail mediano frente a nuevas dinámicas comerciales.
El impacto laboral es una preocupación central. Además del desempleo directo, se prevé un efecto significativo en las regiones donde la empresa tenía presencia. El Gobierno ha manifestado su intención de apoyar la reinserción laboral y exige que la firma cumpla con sus obligaciones laborales pendientes, aunque expertos legales advierten que las indemnizaciones podrían ser menores a lo esperado debido al proceso concursal.
Especialistas coinciden en que el cierre de Corona refleja los desafíos estructurales del retail mediano frente a la competencia creciente de plataformas digitales, marketplaces internacionales y tiendas especializadas que operan online y presencialmente. La presión sobre márgenes, cambios en hábitos de consumo y limitaciones financieras constituyen obstáculos complejos para este segmento. Para sobrevivir, los expertos recomiendan fortalecer la liquidez, acelerar la transformación digital y redefinir la propuesta de valor para adaptarse a las nuevas demandas del consumidor chileno.