Carreras de galgos en Chile: una práctica clandestina que enfrenta la inacción política
En Chile, miles de galgos participan en carreras clandestinas donde son sometidos a condiciones extremas que incluyen entrenamientos extenuantes, uso de sustancias dopantes y abandono tras perder su utilidad. A pesar del creciente rechazo social y el avance en la legislación de países vecinos, la prohibición de estas competencias aún no se concreta en el país.
La explotación sistemática de estos perros, que pueden vivir hasta 15 años pero rara vez superan los cinco cuando corren, incluye prácticas como entrenamiento forzado desde cachorros, administración de drogas como anabólicos y cocaína para mejorar su rendimiento, y condiciones de encierro y aislamiento para maximizar su concentración. Las lesiones frecuentes y el maltrato físico son comunes, y aquellos que dejan de ser rentables son abandonados o asesinados.
Organizaciones como Galgo Libre Chile denuncian que la falta de avances legislativos responde a presiones políticas y lobbies vinculados con los galgueros, quienes representan un sector electoral relevante para ciertos diputados. Proyectos presentados entre 2019 y 2022 para prohibir las carreras han sido rechazados o ignorados, mientras la ciudadanía demanda medidas concretas para proteger a estos animales.
Activistas llaman a fortalecer la presión social sobre los legisladores y al presidente Gabriel Boric para que cumpla sus compromisos en materia de bienestar animal. La prohibición definitiva de las carreras de galgos es vista no solo como una cuestión ética sino como una deuda pendiente del sistema político chileno frente al sufrimiento animal.