Los Ángeles levanta toque de queda tras una semana de protestas contra políticas migratorias de Trump
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, informó este martes sobre la suspensión del toque de queda impuesto desde el 10 de junio en una zona céntrica de la ciudad. La medida fue implementada después de varios días marcados por protestas intensas y enfrentamientos con la policía, motivados por el rechazo a las políticas migratorias promovidas por el presidente Donald Trump.
El toque de queda abarcaba un área reducida en el centro urbano y se estableció tras reportarse saqueos y robos en al menos 23 negocios. Bass explicó que esta acción permitió controlar la violencia, proteger a residentes y comerciantes, además de frenar a individuos externos al movimiento que aprovecharon las manifestaciones para delinquir. Inicialmente, la medida fue cuestionada por activistas y defensores de derechos civiles por limitar el derecho a la protesta.
La reducción significativa en los incidentes violentos y arrestos durante las noches previas llevó a la alcaldesa a flexibilizar primero las horas del toque de queda y finalmente a levantarlo por completo. Sin embargo, la tensión social persiste en la ciudad, donde diversos colectivos han anunciado nuevas manifestaciones para exigir el fin de las deportaciones y una reforma migratoria más humana.
Estas movilizaciones surgieron como respuesta al endurecimiento de las políticas federales migratorias, incluyendo una orden presidencial que prioriza deportaciones en ciudades gobernadas por demócratas, situación que ha sido interpretada como un castigo político. Además, Trump desplegó miles de efectivos militares en Los Ángeles como parte de su estrategia para enfrentar las protestas. La ciudad continúa siendo un epicentro clave en la resistencia frente a esta agenda política.