Microprocesadores: el epicentro de la rivalidad tecnológica y geopolítica entre EE.UU. y China
Los microprocesadores, componentes esenciales presentes en dispositivos que van desde teléfonos móviles hasta sistemas de defensa, representan hoy un campo de batalla crucial en la disputa entre las principales potencias mundiales. Estos chips, que integran transistores y circuitos complejos, sustentan la economía digital, la inteligencia artificial y la seguridad nacional.
Con el regreso de Donald Trump a la presidencia estadounidense en 2025, la confrontación conocida como la “guerra de los chips” ha escalado, transformándose en un conflicto geopolítico de alta tensión. Estados Unidos ha impuesto sanciones más severas contra empresas como Huawei y ha presionado a aliados estratégicos como Japón y Países Bajos para restringir el acceso a tecnologías clave. Además, Washington ha aumentado los aranceles sobre productos tecnológicos chinos hasta un 145%, mientras que China respondió con tarifas del 125% sobre importaciones estadounidenses.
En respuesta a estas presiones, China ha fortalecido su plan “Made in China 2025”, invirtiendo grandes sumas en compañías como SMIC para avanzar en la producción de chips de última generación, pese a los embargos. También impulsa tecnologías alternativas como arquitecturas abiertas RISC-V y chips fotónicos con el objetivo de reducir su dependencia externa. Paralelamente, Beijing amplía sus alianzas con países del Sur Global, desplazando parcialmente la influencia occidental en sectores estratégicos.
Por su parte, Estados Unidos intenta revitalizar su capacidad manufacturera de semiconductores, enfrentando desafíos logísticos significativos, como los retrasos en plantas claves como TSMC en Arizona. A nivel diplomático, busca consolidar acuerdos con países del Medio Oriente para limitar la expansión tecnológica china en esa región crítica. Mientras tanto, Taiwán —donde se produce más del 90% de los chips avanzados— permanece como un punto neurálgico cuya estabilidad es vital para evitar una crisis global en la cadena de suministro tecnológica.