Baja participación en primarias oficialistas genera preocupación sobre futuro electoral de la izquierda
Las primarias presidenciales del bloque oficialista registraron una participación significativamente baja, con menos de 1,4 millones de votos válidos contabilizados, cifra inferior a la obtenida en 2021. Esta disminución ha generado inquietud entre analistas políticos, quienes coinciden en que representa una señal negativa para el oficialismo y su capacidad de movilización electoral.
Jeannette Jara, candidata del Partido Comunista, se impuso con un 60,16% de los votos, seguida por Carolina Tohá (PPD) con un 28,07%, Gonzalo Winter (Frente Amplio) con un 9,02% y Jaime Mulet (Federación Regionalista Verde Social) con un 2,74%. Sin embargo, pese a su triunfo cómodo, la baja concurrencia y el contexto político actual plantean desafíos importantes para la ex ministra del Trabajo de cara a la elección presidencial.
Expertos atribuyen esta baja participación a tres factores principales: el desgaste del Gobierno de Gabriel Boric y su limitada aprobación ciudadana; el agotamiento y desconexión de los partidos tradicionales progresistas con sus bases sociales; y la incapacidad para movilizar a sectores amplios de la izquierda más allá del electorado comunista. En este sentido, se destaca que mientras Jara logró superar ligeramente la votación obtenida por Daniel Jadue en 2021, no logró replicar el volumen de votos que obtuvo Boric en esa misma primaria.
El panorama electoral para la izquierda se presenta complejo. Analistas advierten que Jara deberá enfrentar el reto de unir a las distintas fuerzas progresistas y ampliar su base para competir eficazmente frente a candidatos fuertes de derecha. La escasa movilización también pone en duda el impulso político que podría generar esta victoria en las próximas etapas electorales, dejando a la izquierda en una posición vulnerable para noviembre.