Dalai Lama celebra 90 años en medio de incertidumbre sobre su sucesión y el futuro tibetano
A pocos días de cumplir 90 años, el Dalai Lama, líder espiritual del budismo tibetano y símbolo central de la lucha por la autonomía del Tíbet, se prepara para un discurso crucial que podría definir las condiciones de su sucesión. La comunidad tibetana en el exilio, asentada en McLeod Ganj, India, donde reside desde 1959, organiza celebraciones mientras el mundo observa con atención el incierto futuro del linaje que representa.
El actual Dalai Lama, Tenzin Gyatso, asumió como líder espiritual y político a los dos años tras ser reconocido como la reencarnación de su predecesor. Desde 2011 cedió su autoridad política a un gobierno tibetano en el exilio elegido democráticamente y ha manifestado que decidirá las normas para su sucesión mientras mantenga plena capacidad física y mental. Sin embargo, persisten temores entre los tibetanos sobre posibles intentos de China por influir en este proceso para fortalecer su control sobre la región.
China considera al Tíbet parte integral de su territorio y rechaza la representación del Dalai Lama como portavoz del pueblo tibetano. Frente a esto, el líder espiritual ha aclarado que cualquier sucesor deberá surgir fuera del alcance chino. Para muchos tibetanos, mantener viva esta figura es fundamental para preservar su identidad cultural y política, especialmente entre las nuevas generaciones que viven en el exilio.
A pesar de las incertidumbres, representantes del gobierno tibetano en el exilio y seguidores confían en que la institución del Dalai Lama continuará. No obstante, reconocen que el desafío principal radica en sostener la causa por la libertad y autonomía del Tíbet más allá de la figura individual del líder espiritual.