Joaquín Vial advierte sobre el deterioro fiscal y urge medidas para controlar la deuda pública
Joaquín Vial, candidato a consejero del Consejo Fiscal Autónomo (CFA), presentó sus antecedentes ante la comisión de Hacienda del Senado en el marco de su postulación para reemplazar a Jeannette von Wolfersdorff, quien renunció anticipadamente. El exdirector de Presupuestos y exvicepresidente del Banco Central enfatizó que los próximos años serán cruciales para definir el rumbo económico de Chile y advirtió sobre un preocupante deterioro en las finanzas públicas.
Vial señaló que las reservas fiscales se han ido agotando paulatinamente durante las últimas dos décadas, situando al país en una situación de “luces amarillas”. Destacó la necesidad urgente de corregir la trayectoria creciente de la deuda pública, que se encuentra cercana al límite prudente del 45% del PIB. En este sentido, respaldó las advertencias recientes del CFA respecto a la importancia de ajustar las metas fiscales para mantener la sostenibilidad financiera y evitar riesgos ante eventuales choques externos.
El economista también hizo hincapié en el aumento del gasto en intereses de la deuda, lo que reduce la capacidad de maniobra fiscal y monetaria. Además, alertó sobre la disminución del mercado local de capitales tras los retiros previsionales durante la pandemia, lo que encarece el financiamiento público. Otro desafío señalado fue la necesidad de mejorar los métodos para calcular la brecha entre el producto potencial y efectivo, elemento clave para calibrar adecuadamente la regla fiscal.
Consultado sobre las tensiones entre el CFA y el Ministerio de Hacienda, Vial aclaró que el rol del Consejo no es definir políticas específicas como recortes o alzas tributarias, sino evaluar si las metas fiscales garantizan la sostenibilidad financiera. Subrayó que el CFA debe ser riguroso y transparente en sus análisis para influir en las decisiones públicas, recordando que la responsabilidad política recae en el Ejecutivo y el Congreso. Finalmente, destacó que el próximo gobierno deberá implementar un plan fiscal equilibrado que reduzca la deuda sin afectar servicios esenciales ni generar inestabilidad macroeconómica.