EE.UU. desmantela USAID tras seis décadas de ayuda internacional, mientras defensores destacan sus logros
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), con más de 60 años dedicada a la cooperación y asistencia internacional, se encuentra en proceso de desmantelamiento bajo la administración del expresidente Donald Trump. La medida implica una reducción drástica del personal, dejando solo una pequeña fracción de los 13.000 empleados y contratistas que manejaban programas de ayuda en todo el mundo.
El secretario de Estado Marco Rubio justificó esta decisión señalando que USAID había generado pocos resultados concretos desde el fin de la Guerra Fría y prometió que los fondos estadounidenses ya no financiarán gobiernos considerados fallidos en el extranjero. La nueva estrategia busca reducir la burocracia y enfocar la asistencia en fortalecer el comercio exterior estadounidense, con un presupuesto solicitado para ayuda extranjera que es menos de la mitad del monto anterior.
Por otro lado, defensores y expertos destacan la contribución significativa de USAID en áreas como salud pública, desarrollo agrícola y respuesta a crisis humanitarias. Un estudio reciente publicado en The Lancet atribuye a USAID la prevención de 91 millones de muertes entre 2001 y 2021, especialmente por enfermedades como el VIH/SIDA y la malaria. Exadministradores como Andrew Natsios subrayan que esta agencia ha sido clave para avances globales como la Revolución Verde y sistemas tempranos de alerta ante hambrunas.
Las reducciones presupuestarias han afectado programas vitales en países como Liberia y Sudáfrica, donde recortes abruptos han puesto en riesgo servicios esenciales como atención materno-infantil y tratamientos contra el VIH. Empleados despedidos han expresado su preocupación por las consecuencias humanitarias y consideran que la eliminación de USAID representa una amenaza para la seguridad nacional estadounidense.