La Administración Trump impulsa la revocación de ciudadanía a naturalizados en EE.UU.
El pasado 24 de junio, coincidiendo con la victoria de Zohran Mamdani en las primarias demócratas para la alcaldía de Nueva York, el expresidente Donald Trump cuestionó públicamente la ciudadanía del asambleísta estatal, insinuando sin pruebas que podría estar en Estados Unidos de manera irregular. Mamdani, nacido en Uganda y naturalizado estadounidense en 2018, rechazó estas acusaciones calificándolas como un intento de intimidación política.
Además de Mamdani, Trump también dirigió comentarios contra el empresario Elon Musk, sugiriendo que debería abandonar el país pese a que Musk es ciudadano naturalizado desde 2002. Estas declaraciones se enmarcan dentro de una ofensiva más amplia promovida por el Departamento de Justicia, que ha emitido un memorando el 11 de junio para priorizar la revocación de ciudadanía a naturalizados considerados delincuentes o amenazas para la seguridad nacional.
El documento instruye a los fiscales a iniciar procedimientos civiles para despojar de la ciudadanía a quienes hayan obtenido la naturalización mediante fraude o hayan cometido ciertos delitos graves, incluyendo terrorismo, crimen organizado y fraude financiero. Esta medida representa una expansión significativa respecto a criterios anteriores y otorga mayor discrecionalidad a las autoridades para perseguir casos de desnaturalización.
Expertos legales han manifestado preocupación por el uso de procesos civiles que limitan el derecho a defensa y reducen la carga probatoria para el gobierno, lo que podría vulnerar garantías constitucionales. Organizaciones defensoras de derechos migratorios advierten sobre el riesgo de crear una categoría diferenciada entre ciudadanos nativos y naturalizados, afectando especialmente a millones que completaron legalmente su proceso migratorio y obtuvieron la ciudadanía estadounidense.