Gobierno anuncia actualización y publicación en 2026 de resultados de Casen 2024 tras recibir informe de comisión asesora
El gobierno recibió oficialmente el informe elaborado por la Comisión experta encargada de revisar y proponer mejoras a la metodología de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen), creada durante la administración del presidente Gabriel Boric. Este documento abre paso a una actualización en la forma en que se mide la pobreza en Chile.
En una ceremonia realizada en La Moneda, la ministra de Desarrollo Social y Familia, Javiera Toro, junto a la subsecretaria de Evaluación Social, Paula Poblete, destacaron el trabajo realizado por el grupo asesor y confirmaron que los resultados correspondientes a la Casen 2024 serán publicados en enero de 2026. Este plazo responde a la necesidad de integrar las recomendaciones planteadas para perfeccionar los indicadores sociales.
Paula Poblete explicó que entre julio y septiembre se revisarán todas las sugerencias en conjunto con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Posteriormente, entre septiembre y diciembre se implementará la nueva metodología, que incluirá ajustes técnicos como correcciones en los códigos computacionales y la reconstrucción histórica de series estadísticas, intentando retroceder lo más posible hasta encuestas anteriores, tal como se hizo con la Casen 2013 y 2006.
El presidente de la comisión, Osvaldo Larrañaga, señaló que el proceso demandará tiempo y reiteró que la publicación oficial se realizará después de las elecciones presidenciales, a principios de 2026. El mandatario Gabriel Boric agradeció las propuestas recibidas, resaltando su importancia para diseñar políticas públicas más efectivas que respondan a los desafíos actuales del país.
Principales modificaciones metodológicas
Entre las recomendaciones más relevantes destaca la diferenciación clara entre propietarios y arrendatarios en cuanto al concepto del alquiler imputado. Actualmente, los hogares propietarios no pagan arriendo pero se les asigna un valor equivalente para comparar su bienestar con quienes sí pagan alquiler. La propuesta es establecer dos mediciones separadas para reflejar esta realidad.
Asimismo, se propone modificar la canasta básica alimentaria utilizada para calcular líneas de pobreza, disminuyendo la presencia de alimentos ultraprocesados e incorporando más frutas, verduras, granos y legumbres. Esto busca asegurar no solo un aporte calórico mínimo sino también una alimentación saludable con proteínas adecuadas.
Finalmente, se cambiará el método para determinar los precios incluidos en dicha canasta. Hasta ahora se consideraba solo el 20% de productos más baratos bajo el supuesto optimista de que los hogares vulnerables priorizan siempre precios bajos. La nueva metodología utilizará precios observados más representativos del mercado real.