Claves para la inversión semanal: análisis y recomendaciones
Los principales índices bursátiles estadounidenses han experimentado un avance superior al 4% en las últimas semanas, con el S&P 500 y el NASDAQ alcanzando máximos históricos. Este comportamiento se atribuye a la reducción de tensiones en Medio Oriente y progresos en acuerdos comerciales, especialmente entre Estados Unidos y China. Paralelamente, las tasas de los bonos del Tesoro estadounidense han descendido por tercera semana consecutiva, situándose el rendimiento a 10 años cerca del 4,3%. En este contexto, se aconseja mantener una exposición estratégica en acciones estadounidenses de alta calidad, enfocándose en sectores que puedan beneficiarse de la mayor estabilidad geopolítica y la moderación en los costos financieros.
Las proyecciones para el crecimiento de las ganancias por acción (EPS) del S&P 500 en el segundo trimestre de 2025 se han revisado a la baja, estimándose un aumento del 5%, cifra inferior al promedio histórico de los últimos 5, 10 y 15 años. Esta desaceleración contrasta con los crecimientos de dos dígitos observados en trimestres previos y refleja señales de ralentización económica en Estados Unidos. Dado que sectores volátiles y cíclicos han sido los más afectados por estas revisiones, se recomienda diversificar la cartera entre sectores defensivos y aquellos orientados al crecimiento.
En el ámbito internacional, los mercados bursátiles globales también mostraron rendimientos positivos recientemente. El STOXX Europe 600 y el Nikkei 225 japonés registraron incrementos superiores al 1% y 4%, respectivamente. Factores como expectativas de un cese al fuego en Medio Oriente, avances en negociaciones comerciales y un dólar estadounidense más débil impulsaron el apetito por riesgo entre los inversionistas, beneficiando especialmente a los mercados emergentes con avances cercanos al 4%. Este entorno podría fortalecerse ante posibles recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, favoreciendo a los mercados europeos y emergentes.
El índice DXY, que mide el valor del dólar frente a una cesta de monedas internacionales, ha caído más del 10% durante el año. Esta depreciación responde a expectativas crecientes sobre recortes de tasas por parte de la Fed y una menor demanda por activos denominados en dólares. A pesar de estas reducciones desde septiembre pasado, las tasas a diez años permanecen elevadas debido a preocupaciones sobre primas por plazos, incertidumbres relacionadas con balances comerciales y la sostenibilidad fiscal. Este escenario favorece inversiones en economías exportadoras de commodities y estrategias basadas en carry trade.