Claudio Agostini defiende las contribuciones como un impuesto eficiente y propone soluciones para adultos mayores
Claudio Agostini, economista formado en la Universidad Católica y doctorado en Michigan, actualmente académico en la Universidad Adolfo Ibáñez, se mantiene al margen del debate presidencial pero aporta una visión técnica sobre la tributación en Chile. El especialista en impuestos y competencia señala la necesidad de estabilidad y consenso en materia tributaria, criticando la frecuente reforma que genera incertidumbre.
Agostini enfatiza que un sistema tributario ideal debe contar con bases amplias y tasas bajas, eliminando regímenes especiales y exenciones que distorsionan el mercado. Como ejemplo, menciona el impuesto al diésel, cuyo aumento sería técnicamente recomendable pero políticamente complejo. También advierte sobre la renta presunta y los paraísos tributarios en zonas geográficas específicas, que fomentan evasión y elusión.
Respecto a las propuestas de campaña, rechaza el impuesto a la riqueza por su baja recaudación y altos costos administrativos, contrastándolo con las contribuciones de bienes raíces, que considera un impuesto eficiente: de fácil fiscalización, progresivo y con buena recaudación (1,3% del PIB en Chile). Sin embargo, reconoce que este impuesto puede afectar desproporcionadamente a adultos mayores con ingresos fijos que no acompañan el aumento del valor de sus propiedades.
Para mitigar esta problemática, Agostini recomienda modelos internacionales como los de Canadá e Irlanda, donde las contribuciones impagadas se acumulan como deuda estatal que se cobra al vender la propiedad, permitiendo a los propietarios seguir viviendo sin endeudarse. También valora la propuesta del Gobierno de limitar el pago a un porcentaje del ingreso para adultos mayores vulnerables. Finalmente, analiza las propuestas de reducción del impuesto corporativo señalando que si bien influye en la inversión, otros factores como estabilidad jurídica e infraestructura son más determinantes.