Demanda global sostiene precio del cobre cerca de US$4 pese a posible arancel estadounidense del 50%
El reciente anuncio del presidente Donald Trump sobre un posible arancel del 50% para las importaciones de cobre sorprendió a gobiernos, empresas mineras y mercados. Tras el anuncio, el precio futuro del cobre en EE.UU. subió inicialmente un 17%, pero posteriormente corrigió a la baja.
Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining, explicó que aunque la primera reacción fue de sorpresa por el aumento en el porcentaje del arancel —que se esperaba en torno al 25%—, el mercado ha comenzado a ajustarse con cautela, mostrando escepticismo ante la medida y acostumbrándose a la retórica estadounidense.
El cobre al contado en la Bolsa de Metales de Londres cerró recientemente en US$4,37 la libra, con una caída significativa tras el anuncio. A pesar de ello, acumula un alza interanual superior al 10%. En Chile, el dólar también registró un aumento frente al peso chileno.
Guajardo detalló que Chile exporta entre 700.000 y 800.000 toneladas de cobre a Estados Unidos, principalmente en forma de cátodos. Entre los principales exportadores destacan Codelco, la mina El Abra (joint venture entre Freeport y Codelco), Spence y Escondida (de BHP), además de Antofagasta PLC.
El experto advirtió que si EE.UU. decide imponer un arancel generalizado del 50%, intentaría suplir esa demanda internamente, pero el desarrollo de nuevas minas y fundiciones tomaría cerca de diez años. Esto implicaría mayores costos para los consumidores estadounidenses más que para los exportadores.
En cuanto a las perspectivas para el precio del cobre, Guajardo considera que podría fluctuar durante la segunda mitad del año pero sin caer por debajo de US$4 por libra. Esto se debe a que Estados Unidos ha acumulado inventarios suficientes para cubrir entre seis y nueve meses, lo que suavizaría el impacto inmediato del arancel.
A largo plazo, factores como el aumento en los costos de producción debido a mayores exigencias ambientales y permisos, así como una disminución en los descubrimientos mineros, mantienen una base sólida para el precio del metal. Además, la demanda global sigue creciendo, impulsada por sectores como las energías renovables.