Acciones de principales mineras y precio del cobre suben tras anuncio de aranceles en EE.UU.
Tras el anuncio oficial de un arancel del 50% sobre las importaciones de cobre en Estados Unidos, que comenzará a regir el 1 de agosto de 2025, las acciones de las mayores mineras a nivel mundial experimentaron un repunte significativo. Este impuesto fue confirmado por el expresidente Donald Trump a través de su red social, argumentando una evaluación rigurosa de seguridad nacional.
En la Bolsa de Londres, empresas como Anglo American, Rio Tinto y la chilena Antofagasta PLC —controlada por el grupo Luksic— registraron incrementos en sus valores accionarios, con subidas del 4,42%, 3,57% y 1,77%, respectivamente. En Estados Unidos, BHP Billiton y Freeport-McMoran también mostraron avances en sus cotizaciones. Estas compañías mantienen operaciones importantes en Chile y exportan gran parte de su producción hacia EE.UU., que importa entre 700.000 y 800.000 toneladas anuales, principalmente desde Chile.
Iván Arriagada, CEO de Antofagasta PLC, destacó que el contexto actual abre oportunidades para desarrollar proyectos mineros dentro de Estados Unidos, aunque reconoció que aún quedan años para tomar decisiones finales sobre inversiones. Recalcó la necesidad de mantener una visión a largo plazo frente a esta dinámica.
Por otro lado, el precio del cobre mostró una recuperación tras semanas de expectativa. El metal cerró en Londres con un alza del 1,21%, acumulando un aumento del 12% en lo que va del año. Sin embargo, el diferencial entre los precios en la Bolsa de Metales de Londres y el mercado Comex estadounidense refleja la incertidumbre ante los nuevos aranceles. Un informe de Bank of America señaló que, aunque los inventarios estadounidenses están elevados debido a compras anticipadas, el mercado podría enfrentar restricciones hacia fin de año.
El banco también advirtió que estos aranceles podrían incrementar los costos para los fabricantes estadounidenses debido a la falta de capacidad local para procesar concentrados mineros. Sin incentivos para aumentar dicha capacidad, el impacto podría limitarse a mayores gastos sin reducir necesariamente la demanda.