Acuerdo SQM-Codelco genera división en la coalición oficialista de cara a elecciones presidenciales
El acuerdo entre Codelco y SQM para la explotación conjunta del Salar de Atacama hasta el año 2060 se ha convertido en uno de los temas más controvertidos dentro de la campaña presidencial, especialmente entre los aspirantes del oficialismo. La negociación, que implica la participación de la empresa liderada por Francisca Ponce Pinochet, nieta del exdictador Augusto Pinochet, ha generado un intenso debate sobre su conveniencia y transparencia.
En recientes encuentros presidenciales, las diferencias quedaron patentes: Jeannette Jara (PC) enfatiza la necesidad de ética y control estatal sobre el litio, rechazando alianzas con SQM debido a su historial cuestionado. Por otro lado, Gonzalo Winter defiende el acuerdo como una medida pragmática para aprovechar la experiencia privada y acelerar la competitividad chilena en el mercado global del litio. Carolina Tohá (Socialismo Democrático) sostiene que la colaboración público-privada es fundamental para el desarrollo del recurso y alaba el pacto como una forma efectiva de asegurar beneficios nacionales sin renunciar a la inversión privada.
La controversia también se extiende a sectores de derecha, donde Evelyn Matthei (UDI) ha solicitado revisar la idoneidad del acuerdo, mientras que otros candidatos han mantenido silencio. La Comisión Investigadora de la Cámara detectó múltiples irregularidades en el proceso, señalando una posible pérdida patrimonial millonaria para el Estado.
Las posturas reflejan un profundo debate sobre el futuro del litio en Chile: si debe permanecer bajo control estatal total o si es viable y beneficioso permitir una mayor participación privada. Con las primarias presidenciales fijadas para junio y las elecciones generales en noviembre, este tema seguirá siendo un eje central que tensiona a la coalición gobernante y define las propuestas electorales sobre recursos estratégicos.