Ciudad de México se convierte en epicentro de la crisis migratoria ante nuevas restricciones en EE.UU.
Ciudad de México se ha transformado en un punto neurálgico para cientos de personas migrantes que permanecen estancadas en la ciudad ante la imposibilidad de avanzar hacia Estados Unidos. Esta situación responde a las nuevas restricciones migratorias implementadas tras el regreso del expresidente Donald Trump a la Casa Blanca, lo que ha desplazado el tradicional flujo migratorio desde las fronteras hacia el centro del país.
Según Tania Rodríguez Zafra, directora de Ayuda en Acción México, el fin del programa CBP-One y el incremento en las deportaciones han provocado que muchos migrantes se queden en Ciudad de México, esperando una eventual reapertura de las fronteras norteamericanas. Datos de la Comisión Mexicana de Refugiados indican que diariamente se reciben entre 500 y 800 solicitudes de asilo, principalmente de personas provenientes de Venezuela, Cuba y Centroamérica.
El informe reciente de Ayuda en Acción señala que el 44% de los migrantes encuestados enfrentan barreras legales y desconfianza institucional que les impide avanzar o establecerse. En respuesta, el gobierno local ha iniciado planes para habilitar albergues, medida que ha generado protestas vecinales por la falta de consulta y planeación, especialmente en zonas como Peralvillo y Azcapotzalco.
Ante este escenario, organizaciones civiles proponen soluciones integrales como casas de transición para grupos vulnerables, brindando apoyo en documentación, empleo y vivienda. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre cuándo se flexibilizarán las políticas migratorias estadounidenses que permitan a estas personas continuar su camino hacia una vida digna.