Comunidades indígenas en Colombia forman a sus jóvenes para proteger territorios recuperados
En la reserva indígena López Adentro, cerca de Caloto, Colombia, niños Nasa participan en un ritual ancestral que simboliza protección y apertura de caminos antes de colocar carteles con mensajes de conservación ambiental y paz. Este acto forma parte de un programa llamado “semillero”, una escuela de fin de semana que educa a la juventud en la defensa del territorio, el cuidado ambiental y el fortalecimiento cultural.
La tierra que habitan estas familias fue recuperada en 2019 tras décadas bajo plantaciones industriales de caña de azúcar, actividad que degradó los suelos y contaminó las fuentes hídricas. Desde entonces, la comunidad ha transformado estas áreas en cultivos diversos y espacios para la regeneración forestal, enfrentando además amenazas constantes como la presencia de grupos armados ilegales y conflictos por el control territorial derivados del narcotráfico.
El semillero no solo enseña prácticas agrícolas sostenibles sino que también fomenta el conocimiento histórico y el sentido de pertenencia entre los jóvenes. Líderes como Daniela Secue destacan que esta formación es vital para ofrecer alternativas frente a la violencia y evitar que los jóvenes sean reclutados por grupos armados. A pesar de las dificultades, incluyendo ocupaciones militares temporales y procesos legales por parte de antiguos terratenientes, la comunidad mantiene firme su resistencia y esperanza en las nuevas generaciones para preservar su identidad y territorio.