Congreso de EE.UU. aprueba amplio paquete de recortes fiscales y gasto que será ley pronto
El Congreso de Estados Unidos aprobó un paquete legislativo de casi 900 páginas que reúne recortes fiscales, ajustes en el gasto público y prioridades republicanas como el fortalecimiento de la defensa nacional y medidas migratorias estrictas. La iniciativa, impulsada por el presidente Donald Trump, fue aprobada en la Cámara de Representantes con un estrecho margen de 218 a 214 votos tras su paso por el Senado, donde el vicepresidente JD Vance tuvo que desempatar.
Entre las principales disposiciones, el proyecto mantiene de forma permanente los recortes impositivos implementados durante la primera administración Trump, evitando así un aumento fiscal significativo que habría ocurrido tras diciembre con la expiración de esos beneficios. Además, introduce nuevas deducciones para propinas, horas extras y préstamos automotrices, y eleva el crédito tributario por hijos a 2.200 dólares, aunque limita el acceso completo a familias con ingresos más bajos.
En materia migratoria y seguridad fronteriza, se asignan alrededor de 350.000 millones de dólares para reforzar el muro en la frontera con México, ampliar la capacidad de detención migratoria y contratar a miles de agentes adicionales con incentivos económicos para cumplir con un ambicioso plan de deportaciones masivas. Para financiar estas medidas y compensar la reducción en ingresos fiscales, se contemplan recortes en programas sociales como Medicaid y asistencia alimentaria, imponiendo nuevos requisitos laborales y copagos para beneficiarios.
El paquete también elimina importantes incentivos fiscales para energías renovables, afectando proyectos vinculados a la lucha contra el cambio climático impulsados en legislaciones previas. Por otro lado, incluye fondos significativos para el Pentágono, exploración espacial y proyectos emblemáticos como el “National Garden of American Heroes”. La Oficina Presupuestaria del Congreso advierte que esta ley incrementaría el déficit federal en más de 3 billones de dólares en la próxima década, aunque los republicanos sostienen que ciertos cálculos contables reducen ese impacto.