Crisis política en Israel amenaza con desestabilizar el gobierno de Netanyahu por disputa sobre el servicio militar ultra-Orthodoxo
La posible disolución del Parlamento israelí se ha convertido en un escenario inminente ante las amenazas de los socios ultra-Orthodox de la coalición de Netanyahu. La disputa central gira en torno a la ley que eximiría a los miembros de esta comunidad del servicio militar obligatorio, una cuestión que ha generado profundas divisiones nacionales, especialmente en el contexto del conflicto con Hamas tras el ataque del 7 de octubre de 2023.
Tras la ofensiva militar masiva y la movilización sin precedentes de reservistas, las fuerzas armadas enfrentan una escasez crítica de voluntarios para continuar combatiendo en Gaza. La exención para los ultra-Orthodox, vigente desde 1948 y considerada ilegal por la Corte Suprema desde 2017, ha sido un tema polémico que refleja las tensiones entre la tradición religiosa y las obligaciones cívicas. La comunidad ultra-Orthodoxa argumenta que su dedicación religiosa es tan valiosa como el servicio militar, mientras que otros ven estas exenciones como un obstáculo para la integración social y la defensa nacional.
El futuro del gobierno dependerá de las decisiones de partidos clave como Shas y Degel HaTorah, que podrían votar a favor o en contra de la disolución. Aunque se anticipa que el proceso legislativo será prolongado y complejo, muchos analistas consideran improbable que la moción pase en la votación inicial. Sin embargo, la presión interna y externa podría acelerar decisiones drásticas por parte de los líderes religiosos, ante el temor de perder privilegios adquiridos con el tiempo. La crisis pone a prueba no solo la estabilidad política del país sino también su cohesión social en un momento crítico de su historia.