Críticas y desafíos a la OTAN en su cumbre de 2025: Un llamado a la paz global
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), fundada en 1949 para contrarrestar la influencia soviética, ha sido objeto de críticas crecientes por su papel en conflictos globales y su impacto en la desigualdad internacional. En la próxima cumbre que se realizará los días 24 y 25 de junio de 2025 en La Haya, se debatirá un incremento del 5% en el gasto militar europeo, lo que ha generado cuestionamientos sobre las prioridades políticas y sociales de sus miembros.
Desde una perspectiva crítica, se señala que la OTAN ha evolucionado hacia un instrumento que sostiene intereses geopolíticos occidentales, con presencia militar en más de 70 países y una implicación directa o indirecta en conflictos como los de Irak, Libia, Afganistán y Ucrania. Además, se subraya su apoyo a Israel, lo que ha generado controversias respecto a la situación en Palestina y recientes ataques contra instalaciones nucleares iraníes, acciones que algunos expertos consideran violaciones al derecho internacional.
El aumento del gasto militar promovido para Europa preocupa por sus posibles efectos en áreas sociales fundamentales como salud, educación y vivienda, especialmente en un contexto económico complejo. Expertos también advierten sobre la relación entre el complejo militar-industrial y las dinámicas económicas globales, donde el armamentismo se vincula con intereses financieros y políticos que afectan a amplios sectores poblacionales.
En este marco, voces desde América Latina y Europa llaman a reconsiderar el rol de la OTAN y proponen alternativas basadas en la cooperación internacional, la solidaridad y el respeto a los derechos humanos. Se destaca el ejemplo de iniciativas económicas multipolares que buscan diversificar relaciones internacionales lejos de lógicas hegemónicas y bélicas. La discusión sobre el futuro de esta alianza militar se presenta como un punto crucial para definir un rumbo hacia una paz sostenible y justa.