Derrota electoral del Frente Amplio genera tensiones internas y cuestionamientos a la campaña de Gonzalo Winter
La inesperada baja votación obtenida por Gonzalo Winter en la primaria presidencial del Frente Amplio (FA), donde solo logró un 9% de los votos, ha generado una fuerte crisis interna en el partido. Este resultado, uno de los peores en la historia reciente de la colectividad, ha motivado duras críticas hacia la conducción de la campaña, especialmente hacia la jefa de campaña Gael Yeomans y el equipo estratégico.
Fuentes internas del FA señalan que Yeomans no habría cumplido con un liderazgo político y organizativo efectivo durante el proceso, evidenciando falta de claridad y coordinación. Además, se cuestionó su protagonismo y su capacidad para asegurar apoyos clave, como los de los alcaldes Matías Toledo y Paulina Bobadilla, quienes finalmente respaldaron a otra candidata. Por otro lado, el equipo de estrategia fue criticado por mantener una narrativa política anticuada contra la Concertación, poco sintonizada con el electorado joven actual, además de mostrar rigidez para incorporar nuevas ideas o ajustes tácticos durante la campaña.
En paralelo, la directiva del FA también está bajo presión. Aunque no se han planteado públicamente renuncias o cambios formales en sus liderazgos, existe un ambiente interno que cuestiona el rol de la presidenta Constanza Martínez y el manejo general del partido en esta elección. La preocupación principal es cómo enfrentar las próximas elecciones parlamentarias sin fracturas ni debilitamiento adicional.
Finalmente, se suma al malestar interno un sentimiento crítico hacia el gobierno de Gabriel Boric, acusado por algunos sectores del FA de no haber entregado suficiente apoyo operativo ni recursos humanos para fortalecer la campaña. Mientras tanto, algunos funcionarios vinculados al Ejecutivo habrían colaborado activamente con candidaturas rivales dentro del progresismo, lo que profundiza las tensiones entre el partido y el gobierno.