Desafíos en la agenda de paz global de Trump tras el fracaso de la tregua en Gaza
Washington enfrenta una nueva incertidumbre luego de que Estados Unidos interrumpiera las conversaciones para un alto al fuego en Gaza, una iniciativa impulsada por el presidente Donald Trump para resolver conflictos internacionales. Esta situación refleja los obstáculos que han marcado varios de sus intentos por mediar en crisis complejas desde su regreso a la Casa Blanca hace seis meses.
A pesar de su ambición por ser reconocido como un pacificador global y su aspiración pública a obtener un Premio Nobel de la Paz, los resultados concretos han sido limitados. En el caso del conflicto entre Israel y Hamas, las negociaciones realizadas en Qatar no lograron avances significativos, lo que llevó a la retirada del equipo estadounidense debido a la falta de “buena fe” por parte de Hamas, según declaraciones del enviado especial Steve Witkoff. Trump advirtió que Hamas será perseguido tras la ruptura del diálogo.
En otros frentes, la guerra entre Rusia y Ucrania continúa sin resolverse, pese a promesas previas del mandatario estadounidense. Aunque ha mostrado críticas hacia Vladimir Putin, ha evitado respaldar sanciones más severas contra Rusia, otorgándole un plazo para aceptar un acuerdo de paz que no se ha concretado. Mientras tanto, negociaciones a nivel inferior entre ambas naciones no han producido resultados tangibles.
Por otro lado, Trump ha logrado avances en algunos conflictos regionales. En junio facilitó un acuerdo entre Ruanda y la República Democrática del Congo para poner fin a hostilidades prolongadas y proteger la soberanía territorial. Asimismo, intervino para detener enfrentamientos militares entre India y Pakistán, aunque aún no se vislumbran soluciones definitivas sobre disputas históricas como la región de Cachemira. Recientemente, también promovió un cese limitado de hostilidades entre Israel y Siria tras enfrentamientos recientes, aunque sin lograr una normalización completa de relaciones diplomáticas.