Desafíos y soluciones para reducir las emisiones del transporte de carga por carretera
Según datos de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), el transporte representó en 2022 un 23% del total mundial de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), siendo el transporte por carretera responsable del 74% de estas emisiones relacionadas con la movilidad. Dentro de este sector, el traslado de mercancías por carretera aportó un 31% a dichas emisiones, alcanzando un máximo histórico con 1.199 megatoneladas de dióxido de carbono equivalente, un aumento del 56% desde el año 2000.
En la Unión Europea, el transporte terrestre de mercancías también marcó récords en 2022, con un crecimiento del 66% en toneladas-kilómetro transportadas desde 1995. Se calcula que para 2030 esta modalidad aumentará un 9%, consolidándose como la principal vía para el movimiento de cargas. Este escenario plantea un gran reto ambiental debido al incremento sostenido y la alta contribución a la contaminación atmosférica.
Para enfrentar este desafío, expertos señalan tres líneas clave: optimizar la logística para reducir viajes vacíos y mejorar rutas; fomentar modos de transporte menos contaminantes; e implementar tecnologías limpias en camiones. Entre estas últimas destacan los biocombustibles y el hidrógeno, cuyo impacto ambiental debe evaluarse considerando todo su ciclo de vida, desde la producción hasta el uso y reciclaje.
Un análisis exhaustivo basado en más de cincuenta estudios científicos revela que las emisiones varían según la fuente energética, tipo de ruta y capacidad del vehículo. Las tecnologías convencionales dependen principalmente del combustible durante su uso, mientras que los vehículos eléctricos e híbridos están más influenciados por la generación eléctrica y el proceso productivo. Además, los combustibles renovables ofrecen beneficios adicionales al absorber CO₂ durante su producción. Por ello, políticas públicas que incentiven tecnologías sostenibles, desarrollen infraestructura adecuada y promuevan la economía circular son esenciales para avanzar hacia una movilidad terrestre más limpia y eficiente.