Desafíos y tensiones en la izquierda ante la negociación parlamentaria post triunfo de Jeannette Jara
Jeannette Jara, candidata del Partido Comunista (PC), ganó con un 60,16% de los votos las primarias oficialistas, consolidándose como la carta presidencial de la izquierda. En su discurso destacó la importancia de avanzar en crecimiento económico y temas sociales prioritarios como salud pública, salud mental y vivienda. Sin embargo, más allá del triunfo electoral, Jara enfrenta ahora el desafío de fortalecer la unidad del bloque y proyectar una bancada parlamentaria sólida que respalde su eventual gobierno.
El escenario político tras las primarias muestra un PC fortalecido gracias a la disciplina de sus votantes y el apoyo a Jara, mientras que sus principales competidores internos, Carolina Tohá (Socialismo Democrático) y Gonzalo Winter (Frente Amplio), resultaron políticamente debilitados tras obtener bajos porcentajes de votos. Aunque ambos sectores han manifestado respaldo a la candidatura ganadora, persisten dudas sobre cómo se configurarán las listas parlamentarias: si irán en una lista única o divididos, una decisión que resultará clave para la cohesión del oficialismo.
Expertos consultados coinciden en que la negociación parlamentaria será compleja y constituye “la madre de todas las batallas” para Jara. Tomás Duval, cientista político de la Universidad Autónoma, advierte que la competencia por los cupos parlamentarios generará tensiones especialmente entre el PC y sus socios debilitados como PPD, PS y Frente Amplio. Por su parte, Kenneth Bunker, académico de la Universidad San Sebastián, señala que el Socialismo Democrático podría optar por alinearse con Jara o buscar una alternativa más competitiva, lo que complicaría aún más las negociaciones internas.
Además, Alejandro San Francisco, académico de la Universidad de Tarapacá, destaca que el crecimiento del PC podría desplazar a otros sectores tradicionales de izquierda y que este factor será determinante en un eventual gobierno opositor. También advierte sobre el riesgo de que la derecha alcance mayorías parlamentarias si las listas oficiales se fragmentan. En suma, el bloque oficialista debe enfrentar no solo las diferencias internas sino también un contexto político nacional complejo que exigirá acuerdos estratégicos para asegurar un parlamento favorable a sus propuestas.