Detenciones de iraníes en EE. UU. tras décadas de residencia generan preocupación por deportaciones
Mandonna “Donna” Kashanian vivió en Estados Unidos durante 47 años, formando una familia y estableciéndose en Nueva Orleans. Sin embargo, agentes de inmigración la arrestaron mientras realizaba labores en su jardín. Llegó al país en 1978 con una visa de estudiante y solicitó asilo debido a temores relacionados con la situación política en Irán, pero su solicitud fue rechazada. A pesar de ello, pudo permanecer legalmente bajo ciertas condiciones y cumplió con los requisitos impuestos por las autoridades migratorias.
Su caso no es aislado: otros iraníes con largas residencias también han sido detenidos recientemente. El Departamento de Seguridad Nacional informó sobre la detención de al menos once iraníes durante el fin de semana posterior a los ataques con misiles estadounidenses contra objetivos iraníes, aunque no detalló cifras totales ni vínculos específicos con actividades terroristas.
Organizaciones como el Consejo Nacional Iraní Americano expresan preocupación por lo que consideran una política amplia y poco selectiva que podría estar dirigida a arrestar y deportar a personas sin pruebas claras de amenazas. Mientras tanto, familiares de detenidos insisten en que sus seres queridos no representan ningún peligro y han cumplido con todas las obligaciones legales durante décadas.
La situación se complica debido a la falta de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos e Irán, lo que dificulta la deportación directa a ese país. Por ello, algunas deportaciones se han realizado hacia terceros países. Además, recientes restricciones de viaje a ciudadanos iraníes y el aumento de detenciones han generado temor entre la comunidad iraní residente en Estados Unidos sobre un posible endurecimiento migratorio.