El arte urbano se traslada del espacio público al ámbito doméstico
Durante años, las expresiones artísticas urbanas estuvieron ligadas a grandes muros y espacios públicos, donde su impacto visual y social era inmediato. Sin embargo, en tiempos recientes, estas obras han comenzado a integrarse en objetos personales y del hogar, como tazas, tapices y mochilas, lo que ha permitido que el arte callejero trascienda sus límites tradicionales.
Este fenómeno representa una nueva forma de permanencia para el arte público, que se adapta para convivir en espacios privados sin perder la fuerza y el mensaje que originalmente transmitía en la vía pública. La transformación también refleja un interés creciente por parte de artistas y colectivos en diversificar sus canales de difusión y conectar con audiencias desde una perspectiva más íntima.
Así, el arte urbano no solo sigue siendo un vehículo de expresión social y cultural en las calles, sino que también encuentra nuevas maneras de dialogar con las personas dentro de sus hogares, ampliando su alcance y significado.